Convivir con la pandemia. Reflexiones
Por José Díaz- Díaz
La casa no es tu prisión,
es tu nido de salvación.
Hiberna en ella
—como los osos polares sobreviven al invierno…—.
Quizás en el callado intento
descubras la riqueza de tu interioridad.
En este tiempo de pandemia mirar hacia afuera es importante, pero si miras hacia adentro, podrías encontrar tu misión de vida. Inténtalo!!!
Esta desgracia colectiva es el marco propicio para reconocer que es en la adversidad cuando tenemos la oportunidad de tomar conciencia de nuestro ser. Si la pandemia con su coqueteo con la muerte no nos lleva a reflexionar sobre los reales valores de la vida, es porque ya estamos muertos.
Se hace imprescindible que mantengamos la conexión emocional así sea de manera virtual, en este marco de aislamiento. Es evidente que la necesidad de comunicación y de contacto sensorial es una exigencia de nuestra condición humana.
“El hombre no toma conciencia de su ser más que en las
situaciones límite”. (Karl Jaspers).
Al parecer estamos atravesando una atmósfera propicia que retrata con nitidez avasallante la indefensión del ciudadano, la fragilidad y vulnerabilidad del ser humano en esta época donde el poder se antepone al respeto por la vida.
La pregunta
obligada es: ¿en manos de quien descansa el futuro de la humanidad?






No hay comentarios.:
Publicar un comentario