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El Partido Demócrata y los hispanos



  


 American Hispanic Empowerment                

 Fragmento del Ensayo de José Díaz Díaz: Ser demócrata en USA. Una guía para hispanos

Amigos lectores, les comparto un framento del capítulo dos del libro dedicado a la comunidad latina residente en USA.


  



II. El Partido Demócrata y los hispanos

Iniciaré este capítulo que trata de la relación cercana entre el Partido Demócrata y la población hispana, con una Entrevista que The Hispanic Council1 le hiciera a Leopoldo Martínez Nucete, primer venezolano en formar parte del Comité Nacional Demócrata.

Antes de conocer el texto de la entrevista, veamos que, según datos del último censo oficial de 2016, la población hispana de EE.UU., como ya lo anoté en la Introducción, ya llega a los 60 millones de personas, un 17,6% de la población total. Estos números consolidan a los hispanos como la minoría de mayor tamaño, superando en número a la afroamericana. Por tanto, ya hay más hispanos en Estados Unidos que la totalidad de habitantes de Colombia o de España. Este es un dato que da qué pensar sobre el futuro demográfico del país. Y quizás, a nivel estratégico, pueda tener preocupados a los sectores más radicales que defienden la supremacía anglo sobre las demás etnias. De acuerdo con los datos aportados por el Hispanic Council en este artículo sobre el particular La población hispana crece a un ritmo mucho mayor que el resto. https://www.hispaniccouncil.org2

La tasa de natalidad de las hispanas es de 2,4 hijos, lo que supone un 0,4 más que la media estadounidense. Todo ello supondrá que en 2025, el 25% de la población total de Estados Unidos será de origen hispano, es decir, 1 de cada 4 habitantes del país será hispano. Los cinco estados con la mayor población hispana en 2016 eran California (15,3 millones), Texas (10,9 millones), Florida (5,1 millones), Nueva York (3,7 millones)e Illinois(2.2 millones).

Afirma el artículo que la gran fortaleza de la comunidad latina es su juventud. Actualmente, la edad media es 29 años, frente a los 37,7 años del conjunto de la población de EE.UU.Los hispanos forman una comunidad muy diversa, procedentes de todos los países de habla hispana. No obstante, más de la mitad (35,7 millones) son de origen mexicano. Le siguen los puertorriqueños (5,3 millones), los salvadoreños (2,2 millones) y los cubanos (2,1 millones).

Continúa diciendo que los hispanos de EE.UU. son más emprendedores que el resto de los ciudadanos del país. Solamente en 5 años el crecimiento de negocios impulsados por hispanos creció en un 43,6%, que habían generado un valor total de 345 mil millones de dólares. Se estima que los hispanos suponen la 7ª economía mundial.

Aun así, analizando el fenómeno poblacional en cuanto a su participación electoral— dice el artículo—, se estima que en las últimas elecciones presidenciales de 2016 sólo 13,5 millones de hispanos que acudieron a las urnas. Esto supone un aumento en la participación en un 29,25% más desde 2008. Sin embargo, todavía hay muchos hispanos que no votan. Su influencia en el resultado de los procesos legislativos futuros será determinante para marcar el rumbo de EE.UU.

Ahora sí, después de estas consideraciones que nos ilustran sobre el considerable impacto que la población hispana tiene respecto de la totalidad del país, lo invito a que leamos el texto de la entrevista:







¿Son los hispanos conscientes del poder de su voto? Desde hace años se refieren a ellos como “el gigante dormido” pero en el horizonte está la amenaza de convertirse en “el gigante durmiendo”.

El gigante se ha ido despertando, y tomando conciencia no solo del poder de su voto; sino del derecho a tener voz, representación efectiva en el sistema político.

Si analizas las elecciones del 2016, la contribución en voto popular de los hispanos para el partido demócrata y su candidata Presidencial fue históricamente alta, Obama fue electo presidente el 2012 en buena medida gracias a la movilización del voto hispano. Las elecciones presidenciales en 2016 se perdieron en el sistema del colegio electoral, ganando el voto popular, y por diferencia mínima en Wisconsin, Michigan y Pennsylvania, tres estados tradicionalmente demócratas y en los cuales la población hispana es muy pequeña. En Florida, Hillary Clinton obtuvo la mayoría del voto, incluyendo el voto hispano, en Miami-Dade, Broward, Palm Beach y el corredor de la I4 (Orlando-Tampa), y muy especialmente el voto de los puertorriqueños que ha crecido enormemente en Florida. Incluso el voto Cubano-Americano experimenta un quiebre generacional clarísimo, los republicanos ganan el voto de los mayores; pero en las nuevas generaciones y los millennial de este origen, el voto favorece a los demócratas. Entonces el voto hispano no fue el gran ausente en 2016, por el contrario, fue significativo, tanto así que se incrementó la participación de congresistas de origen hispano y se eligió por el estado de Nevada la primera mujer hispana al Senado de los EE.UU. Catherine Cortez-Masto.

El problema es que queda mucho que hacer en materia de registro electoral. Allí es donde se encuentra el gran potencial. La gente inscrita viene incrementado su participación gradualmente, pero los que se abstienen y los que pudiendo registrarse para votar no lo han hecho todavía, allí está la clave. Pero también, estamos luchando contra dos procesos muy perversos impuestos por las legislaturas estatales controladas por mayoría republicanas: el gerrymandering y la “supresión de electores”. Hay estados que hacen todo lo posible para impedir el registro de nuevos electores hispanos y afro-americanos, de nuevos electores de la población inmigrante que ha adquirido recientemente su nacionalidad. Luego, el gerrymandering agrupa arbitrariamente a los electores en distritos geográficamente absurdos, diluyendo el voto de las nuevas mayorías que se están constituyendo en base a una colación social más amplia en la participan los hispanos, que por supuesto, por su tendencia progresista, no favorece a la plataforma republicana.


“¿En qué punto considera que se encuentran las relaciones con Estados Unidos?

El potencial es inmenso no solo el plano comercial sino en areas especificas como la energética, concretamente en materia de renovables. Articular una agenda de cooperación y desarrollo que triangule a los EE.UU., España y América Latina es un proyecto necesario, esperanzador, de gran alcance. Tenemos que abrirle los ojos al “establishment” de los EE.UU. sobre esta oportunidad más allá de lo que usualmente se aprecia. Apuesto a que el creciente liderazgo de los hispanos en EE.UU. pueda contribuir en esa dirección.


“En los últimos tiempos se está reivindicando la herencia hispana de Estados Unidos, ¿cómo cree que puede enfatizarse?

Es preciso educar a las nuevas generaciones. Promover el aprendizaje del español y la educación bilingüe, bicultural. Más allá de las olas migratorias, los hispanos somos parte fundamental y originaria de la integración de la nación estadounidense. Millones de hispanos en Texas, Nuevo México, Arizona, Colorado o California no cruzaron la frontera, la frontera los cruzó a ellos. San Agustín en Florida es la ciudad más antigua de los EE.UU., junto a San Antonio en Texas, así como muchas otras ciudades del oeste del país son testimonio de la fuerza y el aporte cultural, social y económico que los hispanos han hecho desde el mismo principio del nacimiento de los EE.UU.

La independencia de Texas y su lucha por vivir en una democracia, cosa que se perfeccionó luego al incorporarse a la federación en 1837, hubiese sido imposible sin los hispanos de origen mexicano que luchaban por una mejor vida junto a Sam Houston y en contra de la dictadura de Santa Anna en México. Esa historia, ese legado tiene que leerse en las escuelas. Proyectarse a nuestro tiempo junto con el rostro positivo de la inmigración hispana y nuestras contribuciones efectivas al desarrollo del país. Esa narrativa no se expresa con suficiente énfasis. Y hay cosas que por sabidas se callan y por calladas se olvidan. Sobre todo, cuando hay otros hablando solos y deformando la historia y la realidad.


“¿Qué papel realiza desde Latino Victory, el CDD de las Américas y IQ Latino?

Latino Victory se dedica al empoderamiento político de hispanos. Los hispanos somos el 19% del poder electoral pero solo el 3% de los funcionarios electos para cargos de representación popular es de origen hispano. Nos proponemos cerrar esa brecha con programas de reclutamiento, entrenamiento e inversión en campañas electorales a favor de los candidatos hispanos que emergen de nuestro proceso de empoderamiento. Desde Latino Victory también lideramos campañas abogando por las demandas sociales, económicos y políticas sociales de los hispanos, por ejemplo: la batalla a favor del camino a la ciudadanía para los inmigrantes y los jóvenes sonadores, las mejoras salariales y la igualdad salarial de género, una economía de oportunidades crediticias y de crecimiento para la pequeña y mediana empresa, la reforma sanitaria y el acceso a la educación superior, la defensa de las conquistas en materia de derechos civiles, junto a la conservación del medio ambiente, son temas que nuestros estudios de opinión reflejan prioritarios para los hispanos. Nuestra agenda es una de oportunidades e inclusión social y económica, para ello necesitamos que nuestras voces alcancen poder político.

CDDA es un “think-do” tank. Trabajamos en el campo del pensamiento y la acción. Nuestro objetivo es colocar las relaciones entre Estados Unidos e Iberoamérica en un orden mayor de prioridad en la agenda política de Washington. Desde allí también hemos hecho un enorme esfuerzo de cooperación con la sociedad civil venezolana en su lucha por recuperar la democracia. El tema de Venezuela ha sido prioritario más allá de por razones personales, por la dimensión estratégica que tiene en la región en este momento.

IQ Latino se enfoca en el empoderamiento económico de los hispanos en los EE.UU.; y al hacerlo, nuestra plataforma editorial destaca las contribuciones de los hispanos en el mundo de los negocios, la ciencia o tecnología, la academia y el emprendimiento de impacto social. Cuando se habla de los hispanos en la narrativa de Trump se nos demoniza, pero no solo se oculta el inmenso aporte de los inmigrantes hispanos a la sociedad americana con su trabajo, sino también se nos mal caracteriza, de forma que se pierde de vista el poder de consumo, la contribución fiscal y el carácter emprendedor de los latinos; un dato muy importante, por ejemplo: el 28% de los nuevos negocios que se establecen anualmente en los EE.UU. son propiedad de hispanos o latinos. Casi un tercio de la pequeña empresa que para muchos en la columna vertebral del tejido económico del país”.

Hasta aquí el texto de la entrevista. Amigo lector, le confieso que como herramienta didáctica, el género «entrevista» me parece fabuloso. No solo porque va directo al grano sino también porque la calidez de la voz de quien responde se mantiene en un registro muy natural. Dicho lo anterior, los invito a leer la siguiente, no menos interesante que la anterior.





El libro esta disponible en Amazon, en archivos de kindle y papel.


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