Treparriscos. Dibujo de Paqui Medina Puga
Para nadie es un secreto que el ejercicio de la escritura creativa posee particulares maneras y discreto sigilo a la hora de entrar en acción.
Cuando uno se canse de corregir el texto, entonces, y solo entonces, será el momento de publicarlo. Por ahora, el título del libro será: Confidencias entre lectores y escritores.
Transcribo los textos del prólogo y la introducción.
Confidencias entre escritores y lectores
En la búsqueda de un lenguaje vital
José Díaz-Díaz
Prólogo
En el vasto
territorio de la literatura, pocas veces se nos ofrece un libro que, más que un
ensayo, funcione como una invitación franca al diálogo. *Confidencias entre
lectores y escritores* es precisamente eso: una conversación íntima y a la vez
rigurosa, donde la reflexión académica se conjuga con la cercanía de una voz
que no se limita a exponer teorías, sino que las entreteje con la experiencia
viva del acto de leer y escribir.
Desde las primeras
páginas se percibe que José Díaz-Díaz, escritor, editor y crítico literario con
larga trayectoria docente, no concibe la literatura como un ejercicio solitario
ni como un ornamento cultural desligado de la vida social. Al contrario, la
plantea como un espacio de encuentro, de intercambio, de resonancias múltiples.
“La literatura, en su esencia, no es un monólogo sino un tejido de voces”,
afirma el autor, recordándonos que cada libro está incompleto sin la
complicidad activa de sus lectores.
Este ensayo se
inscribe, por tanto, en una tradición crítica que reconoce la dimensión
dialógica de la palabra escrita, pero lo hace con una novedad que lo distingue:
aquí no se examinan únicamente las estructuras narrativas ni los estilos, sino
el vínculo humano que se gesta entre quien escribe y quien lee. “El acto de
leer —se nos dice— no es una recepción pasiva, sino una participación creadora
en la que el lector se convierte en coautor silencioso de la obra”. Esa
perspectiva, planteada con claridad y persuasión, confiere al libro un valor
singular en el panorama actual de los estudios literarios.
La voz de Díaz-Díaz
posee el doble timbre de la erudición y la pedagogía. Durante años, ha
orientado a nuevos escritores y guiado a lectores en el descubrimiento de
textos, combinando el rigor de la crítica con la paciencia y la calidez del
maestro. Esta experiencia docente otorga solidez a sus reflexiones y, al mismo
tiempo, imprime al ensayo un tono accesible que logra interpelar tanto a
estudiosos como a lectores comunes. De ahí que el libro se lea con el mismo
interés con que se escucha una charla iluminadora, en la que se cruzan
ejemplos, confesiones, citas y, sobre todo, una convicción profunda: la
literatura tiene una función vital en la construcción de vínculos sociales y en
la formación de una conciencia compartida.
El aporte de
*Confidencias entre lectores y escritores* radica, pues, en la manera en que
conjuga teoría y experiencia. El autor no se refugia en un academicismo
hermético, sino que abre las ventanas del ensayo para dejar entrar la vida
cotidiana de los libros: las emociones que despiertan, las dudas que suscitan,
las conversaciones que generan. La literatura aparece aquí como un acto de
comunicación vital, capaz de fortalecer la empatía y el entendimiento en
sociedades fragmentadas.
Este prólogo, más que
presentar un libro, quiere invitar a entrar en su diálogo. No es un texto que
se lea con distancia, sino que interpela directamente al lector, lo convoca a
reconocerse en sus páginas y lo anima a participar en esa confidencia mutua que
da título al ensayo. La crítica literaria, cuando es auténtica, no se limita a
analizar; también persuade, conmueve y transforma. Y ese es, sin duda, el logro
principal de José Díaz-Díaz en estas páginas.
Quien se adentre en
este ensayo descubrirá que no se trata de una teoría abstracta sobre la
literatura, sino de una práctica reflexionada: leer y escribir como actos de
comunión. Al finalizar la lectura, uno comprende que la verdadera novedad de
este libro no está únicamente en sus argumentos, sino en el modo en que nos
reconcilia con la certeza de que la literatura sigue siendo —y seguirá siendo—
un puente entre conciencias, una voz que se prolonga en otras voces, un diálogo
que nunca concluye.
La Caverna, escuela de
escritura creativa. Hollywood, Florida, septiembre de 2025
Introducción
“Que otros se jacten de las páginas que han escrito, a mí me
enorgullecen las que he leído”.
Jorge Luis Borges.
Los caminos de la creación literaria son misteriosos,
así como lo son los senderos cuyas rutas desembocan en toda creación artística.
Este ensayo
incursiona en los secretos del oficio de escribir, en su artesanía, en el
manejo de las herramientas que facilitan la ejecución de un proyecto literario.
Indaga acerca de los recursos, técnicas y habilidades de la escritura, a partir
del conocimiento del lenguaje connotativo.
Uno de los objetivos
primordiales es el de puntualizar las particularidades del tipo de lenguaje
como materia con la cual se moldea un texto literario. Otro objetivo no menor
es el de precisar el carácter artístico del escritor y, en ese sentido,
comprender que su quehacer se rige más por las libertades propias del arte que
por las camisas de fuerza y las formalidades retóricas.
También los lectores
que no escriben encontrarán aquí elementos de reflexión sobre diversos tópicos
que los guiarán en la aprehensión total y rigurosa de un texto. El hábito de la
lectura profunda y los alcances de la singular comunicación lector-escritor
serán objeto sustancial del contenido de este libro.
Quisiera que este
estudio Confidencias entre lectores y escritores cumpliera una
misión evocadora y sugerente, que transmitiera la idea de una comunicación
íntima y cercana, como si la narrativa fuera un espacio de confianza y diálogo
directo entre quienes crean y quienes disfrutan la lectura.
El aparte número uno
tratará sobre las diferencias entre el lenguaje denotativo (común, transaccional,
de significación literal, sin pretensiones artísticas) y el lenguaje
connotativo y artístico propio de la literatura. Los ejemplos sobre el manejo
del lenguaje connotativo facilitarán la comprensión de sus características. La
segunda sección estará enfocada en describir el perfil ideal del escritor,
identificar sus falencias y fortalecer sus habilidades creativas. También
buscará precisar las características de un buen texto literario para
distinguirlo de uno que no lo es. Finalmente, se centrará en delinear el perfil
del lector activo.
La tercera parte versará
sobre las características de los principales géneros y subgéneros literarios.
El cuento y la novela posmoderna constituirán el centro de atención.
El capítulo cuarto estará
dedicado a describir los componentes estructurales de la novela de ficción.
Puntualiza los aspectos que deben ser trabajados con mayor atención para
obtener un producto narrativo de calidad.
Finalmente, el quinto
aparte se centrará en señalar algunos de los elementos
constitutivos de la llamada “carpintería
de la composición”: artesanías, técnicas, recursos y habilidades en el manejo
del lenguaje, para moldear con propiedad la materia prima de la escritura
narrativa.
Apreciados escritores,
lectores y asesores literarios, en este texto
les comparto parte de mis experiencias obtenidas en los sesenta años que llevo familiarizado
con el mundo de la literatura. Con pasión desenfrenada unas veces y otras con desesperada
búsqueda de encontrar y abarcar con la lectura la huella de la cultura que nos
define, los invito a sumergirnos en la vivencia literaria como náufragos que se
aferran a la quilla de una vela para salvarse, redimirse y reconciliarse con la
vida y con la humanidad. La comunicación artística es la belleza hecha
realidad.
Es preciso que
recuperemos el hábito de la lectura profunda. Hoy en día, prácticamente todo
nos lleva hacia el narcisismo del yo. Vivimos en la cultura de la selfie,
de la obsesión aprobatoria en las redes sociales con nuestros likes en
Facebook, X, Instagram, TikTok y otras. No nos interesamos en indagar sobre el
pensamiento crítico. El gran producto de nuestro tiempo, como ya veía Foster
Wallace, es la adicción a nosotros mismos, a no ser capaces de pensar en los
demás. Aquí es donde la escritura literaria cumple un papel determinante: debe
ser un espejo en vez de ser una vía de escape. Debe convertirse en una defensa
contra el fanatismo y la manipulación. En esta época oscura, el arte éticamente válido es aquel que
efectúa una reanimación sobre aquellos elementos mágicos y humanos agonizantes,
pero todavía vivos a pesar de la oscuridad espiritual por la que atravesamos en
este momento aciago de nuestra historia.
José Díaz-Díaz
Hollywood, FL. septiembre de 2025

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